Hablar de talento en las organizaciones nos lleva inmediatamente a pensar en colaboradores de alto desempeño; con una gran capacidad para el logro de metas; colaboradores flexibles y adaptables a los cambios; y sobre todo que poseen una actitud abierta hacia el aprendizaje y nuevas formas de trabajo. Colaboradores que buscan soluciones con ideas innovadoras, y se preocupan por el impacto de su contribución dentro y fuera de la empresa. Se distinguen por ser los mejores en su especialidad, y la mayoría de las veces, claves en los procesos y decisiones críticas.
Cada vez son más las organizaciones que están convencidas que al enfocar sus esfuerzos en la formación de talento y equipos de trabajo con estas características, serán garantía de excelentes resultados. Una cultura de trabajo que como eje considera el manejo de sus procesos de gestión de talento, será sin duda, una opción altamente atractiva para los mejores candidatos y también para sus inversionistas.
El reto de hoy para las áreas de Recursos Humanos; cómo atraer, retener y desarrollar al mejor talento.
El entorno actual post pandemia; además de recientes estudios de universidades reconocidas y análisis de diversas firmas que evalúan las tendencias de Recursos Humanos; sugieren mejores prácticas que marcan la diferencia en la gestión del talento; entre ellas vale la pena analizar las siguientes:
Planes de formación y desarrollo, cuyo propósito es incrementar el aprendizaje de los colaboradores en todos los aspectos: técnico, táctico, valores y cultura organizacional, competencias y habilidades ejecutivas; conocimiento y sensibilidad del negocio. Vale la pena evaluar que tan accesibles son las oportunidades de capacitación para nuestros colaboradores, cuáles son los alcances y que oportunidades tienen para aplicar lo aprendido. De qué forma reconoce y distingue la organización a un colaborador que cumple con sus programas de formación. Que nuevos retos ofrece la empresa para que el colaborador desempeñe sus tareas en otro ámbito. De ahí la importancia de contar con un modelo robusto de desarrollo de talento, accesible a todos los colaboradores y que alimente nuestros planes de carrera y sucesión.
Esto nos lleva a analizar la transparencia de los planes de carrera en la organización. Es una gran diferencia cuando un colaborador tiene claro el camino de formación para crecer en empresa, la motivación y la preparación tienen un objetivo específico. El colaborador se visualiza a futuro, se compromete y esta dispuesto a poner el empeño para lograr ese crecimiento; y que mejor si durante ese proceso, recibe un acompañamiento y retroalimentación constante a través de un sistema formal de medición de desempeño. El gestionar de una manera eficiente estos planes, nos lleva a contar con colaboradores altamente productivos en todos los niveles.
Otro punto crucial es la acción de transmitir la cultura organizacional; esto se logra a través de la experiencia en el proceso de on boarding. Es aquí donde se transmite el alcance de la organización, el marco ético, el respeto a la diversidad y medio ambiente. Una organización global, con líderes que gestionan talento, centra sus esfuerzos en mostrar aquello que la distingue; se asegura de que todos sus miembros experimenten la congruencia en su misión, visión y valores. Es aquí donde todos se involucran para hacer que cada día en cualquier situación se experimente esa apertura y entorno laboral favorable.
Para consolidar estas prácticas la comunicación clara y oportuna en todos los niveles siempre será valorada; la trasparencia para informar cambios, proyectos, mejoras, impactos de cualquier índole, hacen partícipe al colaborador en las decisiones y estrategias de la empresa. Por otro lado, el contar con mecanismos formales en los que el colaborador pueda externar su opinión y sentirse reconocido; muestran una cultura de escucha activa; reafirmando la importancia y el interés en la diversidad y opiniones, no solo en lo que respecta a los intereses de la empresa.
El reto de no solo reconocer al talento como la parte principal del éxito en las organizaciones, sino el hacérselo sentir a través de una preocupación genuina durante su permanencia en la organización, hace que muchos deseen tomar las oportunidades que ofrecemos.
Estas prácticas están al alcance de todas las organizaciones, el compromiso es lograr que la cultura se promueva y se viva en todos los niveles; estar dispuestos y flexibles a innovar en nuestras prácticas de Recursos Humanos, para experimentar excelentes resultados y, sobre todo, contar con excelentes colaboradores, felices de formar parte de nuestra organización. Pequeños cambios, hacen grandes diferencias.
“El talento debe ser visto como el ingrediente más indispensable para el éxito, pero el éxito depende de como se gestiona el talento” Allan Schweyer.
Escrito por:
Griselda Alvarado cuenta con más de 24 años en el área de RH, actualmente es Directora de Capital Humano de OMA, así como asociada de ERIAC Capital Humano y líder del Comité de Talento de la misma Asociación. contacto@eriac.com.mx